Los
rostros los va creando como una fotocopiadora silenciosa y lenta, las líneas a
grafito surgen del movimiento de sus manos a veces parecido al de las curvas de
las frecuencias cardíacas, Emmanuel José Matamoros Duran sigue dibujando en el
silencio de su cuarto de seminarista…
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| "A la edad de 13 años, el primer rostro que dibujé fue el del Beato
Papa Juan Pablo II, y a algunos santos
que me inspiraban fe" Mencionó Emmanuel /Fotografía cortesía. |
Este
joven dariense dibuja a grafito (o carboncillo), su especialidad son los
rostros, estudia interno el segundo año de Filosofía en el Seminario Redemptoris
Mater de Managua, donde participó pintando los murales religiosos. Ahí, el
encuentro con amigos seminaristas de muchos países permitió que sus dibujos
viajaran a España, Colombia, Italia, Honduras, El Salvador, Costa Rica, San
Francisco (Estados Unidos) y Brasil.
En
esta entrevista nos relató cómo inició su afición al dibujo, dejó claro por qué prefiere dibujar
rostros y describió su nuevo proyecto, una colección de rostros femeninos
dibujados a carboncillos.
¿Cómo descubriste que
te gustaba dibujar?
La
verdad no hubiese pensado jamás en el dibujo sino fuese por una loca
competencia entre amigos de quinto grado de primaria. Tenía 11 años, la realizábamos todas las mañanas antes de
empezar las clases. A veces fue más
importante el dibujo que atender a la profesora, lo gracioso fue que ninguno ―incluyéndome― sabía pintar o dibujar, peor a lapicero. Nos
prohibimos usar borrador, así que, fue una buena forma de emprender algo que se
ve como imposible, pero que al final se
intentó y no se perdió nada.
¿Qué tipo de pintura o
dibujo practicas?
Dibujo
solamente a lápiz (a carboncillo) pero quiero experimentar con otros
materiales.
¿Por qué te gusta dibujar
a carboncillo?
Porque puedo plasmar la esencia y el carácter de las personas que estoy dibujando.
Busco la exactitud en los detalles, contrastada con la irrealidad del efecto
espacial y la capacidad de convertir en temas los detalles visuales de la
realidad, creando un aspecto lúdico
entre el título y el icono. Busco dominar la materia, el espacio, quizás mis
obras muestren introspección. Mi escudo es
el papel y mi arma el lápiz, así me defino.
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| Detrás de su Mirada, Dibujo de Emmanuel José Matamoros Durán / Fotografía Cortesía |
¿Quiénes son tus
pintores favoritos?
¿Qué has descubierto en
ellos?
Que
nuestra mente está para crear arte. Para mí y sé también que para ellos,
"el arte vive de límites y muere de realidad" por eso donde el alma
no trabaja junto con las manos, ahí, no hay arte.
¿Cuáles son tus temas
principales?
Los
rostros. La mayoría de las personas no
los dibuja porque le parecen imposibles, y yo hago lo que muchos temen dibujar.
En España por ejemplo, se interesaban por
los retratos a mano que por las pinturas de paisajes,
ese tipo de dibujo siempre les impresionan. (Emmanuel migró a España entre 2010 y 2011)
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Retrato de Cristhian Socrates Quintana, Dibujo terminado por Emmanuel
José Matamoros Durán el 22 de Noviembre del 2013 /Fotografía Cortesía
Cuéntanos sobre el
proyecto de "Rostros" que quieres iniciar este año…
La
mayoría quieren dibujar artistas famosos y celebridades. Yo haré algo diferente;
dibujaré una colección en carboncillo sobre
rostros femeninos poco conocidos.
En particular ¿a quiénes quieres dibujar?
Dibujaré
rostros de amigas, compañeras de clase y personas que surjan casualmente.
Por
el momento tengo 20 candidatas y las dibujaré unas 5 veces cada una. Eso lo
hago porque le entregaré un dibujo de su rostro a cada una y los demás, como dije,
me los dejaré para colección.
¿Qué avances has tenido
en dibujar rostros?
He
aprendido a captar detalles más pequeños casi imposible de dibujar, como es
la
claridad y la oscuridad perfecta de los ojos, cada vez mis dibujos son más realistas,
con
cada dibujo perfecciono mi técnica.
Cuéntanos una anécdota
curiosa que te sucedió dibujando rostros …
Hace
cuatro años empecé a dibujar el rostro de una amiga, por circunstancias
personales no logré
terminarlo y lo guardé en una carpeta hasta olvidarme del dibujo.
Un día revisando
archivos lo encontré intacto como si lo acababa de dibujar. Lo
gracioso fue
cuando se lo entregué terminado a mi amiga, diciéndole que nada
más
me tardé cinco días en dibujárselo. Es hoy y todavía me río de esa historia.
Tu experiencia con el
dibujo en el seminario ¿cómo es?
Es
difícil porque no me queda mucho tiempo
libre para dibujar. Pero aprendes a luchar
para alcanzar lo que deseas, por eso
me he quedado hasta las tres de la madrugada
dibujando.
Pero… ¿Cuánto tiempo
dedicas a dibujar?
Normalmente
le dedico de dos a tres horas por las tardes y en la noche aprovecho hasta
donde se puede,
y si llego a estresarme por estar
sentado pues me salgo, tomo un
balón de basketball y encesto algunas canastas
para despejar la energía negativa y
me
siento bien cuando otra vez regreso a la faena (a pintar).
También trabajas en el
seminario…
Ahora
mismo llegaremos a pintar cirios pascuales con las pinturas de Kiko Arguello,
un poco difícil pero productivo. Los cirios tendrán un valor de 220 dólares,
mis
hermanos seminaristas los pintamos con
un revestimiento de oro, el pedido de
este año son 50 cirios, así que el
trabajo me espera.
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¿A qué países han
llegado tus dibujos?
Mis
dibujos están en España, Colombia, Italia, Honduras, El Salvador, Costa Rica,
San Francisco (Estados Unidos) y Brasil.
¿Cómo llegaron a esos países?
En el seminario, hay seminaristas de todas las naciones, así que a varios de ellos
les hice dibujos que viajaron a sus lugares de origen.
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¿Descríbenos sobre el
mural que pintaste en el seminario Redentoris Mater de Managua?
Pues
me eligieron para formar parte de un equipo itinerante de pintores. Pinté la
Santa Cena después de la Resurrección, donde aparece Jesús y sus apóstoles a la
orilla del río y bendice
los alimentos, por eso en la pintura se puede apreciar una e
specie de roca y en
la mesa ya no es el pan sino el pescado.
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Entrevista realizada y editada por Mario Misael Centeno